Yo tenía una relación con mis padres un poco tóxica, que afectaba a mi familia, mi marido y mis hijos. Mis padres me quieren mucho, pero…hay amores que matan.
He salido muchas veces enfadada contigo, Maria. Pero limpiar las heridas siempre duele. Y una vez sanas, todo cicatriza mucho mejor. Ahora lo sé.
Me enseñaste a no sentirme culpable por poner límites a mis padres en mi casa, a saber decirles qué no quería hacer o aceptar, sin que eso supusiese para mí un conflicto o me dañara. Y ellos fueron encajando una nueva situación que ahora te agradezco infinito. Porque me siento más libre, y ellos han aceptado que las cosas son diferentes, y estamos todos más contentos y sin las tensiones de antes. Y qué decir tiene como te lo agradece también mi marido!!!
Y lo mejor es que sé que estas ahí, para lo que necesite!